Podemos observar con gran entusiasmo como se le rinde culto o respeto a aquel Gran Ser, a ese Eterno Femenino, aquella Virgen conocida en innumerables culturas como ISIS, MAYA, RAM-IO, TONANTZIN, LA VIRGEN DEL CARMEN, VIRGEN MORENA, GUADALUPE, MARÍA, entre otros.
La historia nos enseña como ese gran personaje, MARÍA, es gestada por obra y gracia del ESPÍRITU SANTO atravesando grandes dificultades, más adelante nació el Cristo, el Gran Maestro conocido por muchos como JESÚS, el Gran Rabí de Galilea, enseñando con su ejemplo para así iluminar el corazón, el camino de un pueblo.
María, la Divina Madre de Jesús de Nazareth, nos enseñó con su ejemplo el sendero de la castidad y de la santidad. Desde pequeña fue muy devota y respetuosa de Dios.
Se le conoce como Inmaculada porque fue, es y seguirá siendo pura antes, durante y después del parto; todo Maestro nace de una Virgen.
El Ángel Gabriel fue enviado para anunciar el nacimiento de Jesús, dicho evento está distinguido en La Santa Biblia, específicamente en el Libro de San Lucas, Capítulo 1, versículos del 26 al 33:
“Al sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una Virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la Virgen era María.
Entrando el Ángel a donde estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida!, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Pero ella, cuando lo vio, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo:
María, no temas, porque has hallado gracia Delante de Dios. Concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.”
Si estudiamos las escrituras antiguas religiosas nos daremos cuenta que Buddha, Jupiter, Zeus, Apolo, Quetzalcóatl, Fu-Ji, entre otros, fueron hijos de Vírgenes. Por ejemplo, Chimalman, la madre de Quetzalcóatl, caminaba con dos de sus hermanas y se le apareció un enviado del cielo y le dijo que quedaría gestada de Ce Acatl Topiltzin Quetzalcóatl, sin varón alguno. ¡Qué semejanza con la anunciación del Ángel Gabriel a María!
¿Fuerza o persona?
¿Te has preguntado alguna vez si María fue sencillamente una simple persona que vivió y murió hace muchos años? Aún en la actualidad le oramos, le pedimos que nos cuide, guíe y hasta en muchos casos que obre milagros.
Esto nos llama a la reflexión, por ello, anteriormente la mencionábamos como “El Eterno Femenino”, aquella Virgen, aquel Ser no podemos verlo como una persona ya que es una Fuerza Divina que palpita dentro y fuera de cada uno de nosotros, reflejándose en la vida, porque es parte de ella misma o acaso no decimos “MADRE NATURALEZA, PACHA MAMA, MADRE BENDITA, VIRGENCITA MADRE MÍA auxíliame”, ella es DIOS-MADRE.
Nuestra madre física es reflejo de ella, aquella madre que enseña con amor y sacrificio para que más adelante ese hijo o hija sean verdaderos Hombres y Mujeres en el sentido más completo de la palabra, buenos ciudadanos, buenos amigos, buenos hermanos, buenos esposos, etc. La madre física es aquella mujer que día a día decide mejorar para que dentro de sí, se florezcan las virtudes como flores en un jardín.
La Gnosis nos enseña que el único medio que hay para unir al hombre con Dios es la mujer como representación de Dios – Madre, ella es la religión más elevada porque representa el Amor. ¿Sabes por qué el símbolo de la paz es una paloma? La paloma simboliza al Espíritu Santo, el fuego del amor.
El Gran Filósofo Samael Aun Weor señala en su obra titulada El Eterno Femenino: “El Principio Femenino Universal resplandece en cada piedra, en el lecho cantarín de cada arroyuelo, en la montaña deliciosa llena de árboles, en toda la Naturaleza… Resplandece El Principio Femenino en toda obra, en el ave que vuela taciturna, que regresa a su nido para arrullar a sus hijos; en el pez que se desliza entre las profundidades del borrascoso ponto, entre las fieras más terribles de la Naturaleza.”
Ella, nuestra amada madre, es la única que puede ayudarnos a ser castos, puros en pensamientos, palabras y obras. Luchemos por ser hombres y mujeres de bien para ganarnos el derecho de que en nuestro corazón nazca el Cristo, ese amor que está presente en todo lo existente.
El Filántropo Samael Aun Weor nos enseña: En el fondo de cada uno de nosotros está la TONANTZIN AZTECA, La STELLA MARIS, la ISIS EGIPCIA, DIOS MADRE aguardándonos para sanar nuestro adolorido corazón.
1 comentario en “La Inmaculada Concepción”
lo mejor que podemos hacer con nuestra existencia es entregársela a Ella